La ropa interior es hoy en día uno de los gustos más exquisitos que tenemos las mujeres y ¡con mucha razón! ¡qué sensación tan placentera es ponerse lencería sexi, con encajes, sin costuras, super hilos dentales, colores fuertes, etc... El problema con esto es que el plástico está gobernando nuestras vidas y hasta nuestra intimidad... El poliéster, nylon, encajes, incluidas las sedas son fibras sintéticas derivadas del plástico que no nos hace bien a la salud, la ropa interior sintética interfiere con el balance del pH vaginal, no nos permite respirar, influyendo en las infecciones vaginales, las cuales provocan picazón, mal olor e irritación, aparte de la contaminación ambiental de la que somos responsables al usar fibras no biodegradables.