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LO BARATO SALE CARO...

No hay dicho más certero que este y aplicado a casi todo… Bienvenida al blog de Lunas Ecológicas; este artículo lo escribimos porque dentro del proceso de comercialización de Lunas Ecológicas (Toallas femeninas de telas reutilizables), constantemente recibimos preguntas tipo ¿Por qué son tan caras las Lunas? o, Hola chicas muy loable su proyecto, pero hay que considerar que muchas mujeres no tienen acceso ya que Lunas son caras, o, deberían regalar las Lunas a mujeres de escasos recursos, o, si sólo es tela ¿por qué es tan caro? Si son tan preocupadas por las mujeres por qué no regalan sus toallas… y así…


La Asociación General de Consumidores ASGECO Confederación está desarrollando la Campaña “Consumidores Responsables”, cuya finalidad es promocionar el papel central y proactivo de la ciudadanía para lograr una mejora social y económica a través del desarrollo sostenible y del consumo socialmente responsable.
Campaña sobre el consumo responsable

Es verdad que podríamos dar una respuesta tipo: Porque sí.

También podríamos esperar a que cada mujer vaya encontrando información acerca de consumo responsable, desarrollo sostenible, ecointeligencia, reciprocidad, etc…


Pero nos tomamos muy en serio este proyecto, que es también un espacio de educación de conscienciación, de discernimiento y construcción de nuevos paradigmas; tanto a nivel de consumo responsable, como de ecología femenina y salud natural; por tanto, hemos creado un par de blogs que ayuden a dar respuesta a estas interrogantes, pero también ayuden a comprender algo sobre este tema del “coste y/o valor”, un tema bien complejo por cierto… no sólo por lo complejo, sino por todo lo que significa. Aquí toparemos sólo algunos lados, esperamos que poco a poco los “otros lados” vayan aclarándose y vayamos construyendo más y mejores espacios de construcción de ¡nuevos paradigmas!

Empecemos entonces y bienvenidas a darle una mirada a nuestro consumo.



¿QUIÉN PAGA LOS PLATOS ROTOS?

Según la teoría económica hegemónica, los precios son básicamente transmisores de información que sirven para ajustar oferta y demanda. Sin embargo, aunque hay mucho de cierto y sobretodo de operativo en esta visión, los precios muchas veces son mecanismos de ajuste ciegos y agresivos social y ecológicamente hablando. Es por ello, que muchas veces los precios bajos se deben a la existencia de costes ocultos, es decir, de toda una serie de impactos o consumos de recursos (contaminación atmosférica, deforestación, explotación laboral, etc…) que por diversas razones los productores no asumen como costes propios y por tanto no aparecen reflejados en su precio.

Lo cierto es que tras lo “barato” se ocultan infinidad de recursos, que sí se trasparentasen, estaríamos hablando de costes altísimos, millonadas de hecho, estos costes altísimo suelen “desaparecer” ¡puf! ante la irresponsabilidad de las industrias de hacerse cargo de pagos justos a sus empleados, costes ambientales, programa de post-uso del desechable y más. En definitiva vivimos la era de la industria de la irresponsabilidad, sin embargo y al final del día nosotras decidimos, somos los usuarios y usuarias quienes damos con nuestro dinero nuestro voto final.


¿Les parece exagerado y extremista lo aquí expuesto? Para muestra un par de botones: Les invitamos a darse un paseo buscando información sobre la explotación laboral y el impacto ambiental que genera la industria de “lo barato”. De hecho como destacó el Comité de Auditoría Ambiental de la Cámara de los Comunes del Reino Unido, en un informe reciente, la fabricación de una sola camisa y un par de jeans puede requerir hasta 20.000 litros de agua, se llegó a la conclusión de que "sin saberlo, estamos usando el suministro de agua dulce de Asia Central". Tal es asi que la industria textil contamina más que la aviación y el transporte.


Aterrizando a nuestro tema femenino, tu te imaginas la cantidad de recursos que se utilizan para hacer millones y millones de toallas desechables para millones y millones de mujeres diariamente en todo el mundo y que se desechan por millones y millones, además del impacto a la salud de trabajadores y trabajadoras que operan con las materias tóxicas con las cuales son fabricadas.


Pues al parecer los platos rotos los pagan otros y otras… Pero mientras siga así, y bien lejos del ropero y del refrigerador (como dice la canción) bien podríamos decir que eso nos tiene sin cuidado… ¿o no?


Las operarias de las fábricas se desvanecen en masa por coser 14 horas al día
Trabajar hasta el desmayo en las fábricas de Camboya

PELÍCULAS DE LA ÉPOCA DE LA CHISPA

Seguramente todas hemos visto alguna vez esas películas antiguas donde se veía a los trabajadores del “pasado” en ambientes horribles mugrientos y enfermos, en donde eran abusados por jefes feos, pegadores y abusones; claro por suerte eso cambio… ¡Un momento! ¿Cambio de veras? ¿Son cosa del pasado las fábricas de explotación?


Pues déjanos decirte que no tanto, obvio que en algunos lados los derechos laborales hicieron que aumenten los salarios pero como los salarios aumentaron en ciertos paises, muchas compañías se fueron de esos países a otros para mantener bajos los costos.

En Etiopía, por ejemplo, los salarios son en promedio un tercio de los que se pagan en Bangladesh.


Los salarios de menos de US$7 por semana son muy habituales. Hablando bajo condición de anonimato, los trabajadores de una fábrica cerca de la ciudad de Adís Abeba dijeron que ese salario era insuficiente para vivir. También dijeron que las condiciones laborales -desde baños insalubres hasta el abuso verbal- son intolerables.


El incendio en una fábrica de textiles en Bangladesh es la última gran tragedia de un sector que se sirve de condiciones cercanas a la esclavitud, principalmente, en Asia para confeccionar sus productos
Semiesclavitud en la fabricas textiles de Bangladesh

Esta situación fue denunciada por el grupo activista del Consorcio de Derechos de los Trabajadores. Penélope Kyritsis (investigadora independiente y consultora sobre cuestiones laborales mundiales) quien escribió el informe, dice que a muchas trabajadoras no les pagaban las horas extras y que hay casos de empleadores que le tocan la barriga a las mujeres para saber si están embarazadas y despedirlas.


Kyritsis asegura que ha habido muy poco avance desde que salió el informe hace unos meses.

Para hacer frente a la competencia, el gobierno de Etiopía destaca los bajos costos laborales como si se tratara de una virtud… y bueno no sólo en Etiopía…

TRES UN DÓLAR – EL BAILE DEL REGATEO

Esta de moda tratar de comprar todo lo más barato posible, (los almacenes de los chinos tienen éxito rotundo en todo el mundo) de regatear hasta el cansancio y salir sintiendo que hicimos un buen negocio, sobre todo si el otro perdió y nosotros ganamos, ¡yea!! O mejor si te regalan el trabajo de otros ¿verdad?, y hasta a lo mejor si no te cuesta nada, ¡total! si quieren que usemos ¡primero qué nos regalen!… (preguntemos a nuestros amigos artistas) Lo cierto es que todas hemos visto como nuestras prioridades, o más que eso, nuestros hábitos de consumo marcan a fuego y hierro como vivimos, como somos, que pensamos y ¡hasta que sentimos! ¡wow! Pero, pero, pero… Aquí hay una noticia ¡¡bomba¡¡ (bueno no tanto): Nuestras “necesidades” de consumo están fuertemente impactadas por los intereses de la industria, quien cual Dios del Olimpo “marca la moda” y marca nuestro consumo. Es decir aquello de “yo decido que consumo” es un buen cacho para los marketers de la industria, literalmente se orinan de la risa.



De hecho hay poquitas cosas que tú decides realmente de manera consciente, es casi un lavado mental de consumo ¡mega DIOS! Piensa en esto: Nunca en toda la historia de la humanidad se ha consumido tanta ropa por individuo como en los días actuales; hasta hace muy poco una persona se compraba “alguito” y sólo a fin de mes, cuando alguna prenda estaba muy mal o en ocasiones especiales. Hoy un ciudadano promedio tiene ropa para organizar él solo un desfile de moda para cada estación del año, es decir, tiene la colección en su ropero de otoño, primavera, invierno y verano, ¡más ropa de la que de verdad necesita! y además “de marca”(o sea).


Es tan fuerte la presión mental de la industria que somos capaces de comprarnos ese ·bolso de moda y “de marca” (ojito) que nos cuesta un ojo de la cara aunque esto implique endeudarnos. Ese ímpetu desmedido de estar socialmente “en onda” es la regla más primitiva arraigada en nuestro ADN… y eso lo saben muy bien los psicólogos de la industria, además de todo el lavado mental sobre la “menstruación sucia” (hablando de nuestro tema en específico). ¡Pero eso si! Nos sobran las quejas de lo caro que es comprar en un mercado ecológico, ¡por qué esa lechuga nos cuesta 3 veces más! ¡y qué les pasa! ¡Estos hippies locos! ¡Eso sólo es para los ricos! ¡Vayan a darles lechugas a los pobres! ¡Viva la patria!... ¡STOP! ¡DETENTE! ¡PIENSO LUEGO EXISTO¡ A ver… a ver… ¿Te das cuenta? Otra vez no miras los costes ocultos (esos que te contamos más arriba) y así es como vamos ajustando nuestras “prioridades” a la vista complaciente de la industria ¿Escuchas como se divierten?

En definitiva, en esta carrera de la moda y lo barato, poco o nada caben otras interrogantes como: ¿Esto que consumo en qué condiciones esta fabricado? ¿Necesito esto realmente? ¿Cuál es el impacto ambiental de mi consumo? ¿Mi dinero ayuda a diversificar la economía? ¿Si como este pan de trigo con glifosato es posible que me dé cáncer? ¿Si no compre mi bolso de moda nadie me querrá jamás? ¿Si consumo fluor en mí pasta dental quedaré como tarada? ¡To be or not to be!!

Sí, es verdad que es súper más cómodo comparar y tirar, pero… ¿es sostenible? ¿Te hace más feliz? ¿Estás más saludable? Si aún no te imaginas la respuesta, te la damos aquí: NO, MIL VECES NO, y para saber esto sólo es necesario cada tanto cambiarte de casa, te darás cuenta de todo lo que no usas, y de la cantidad de cosas desechables que usas…


EL DERECHO DE COMPRAR Y TIRAR

“La economía del crecimiento difunde un miedo a salir de ese sistema”, afirma Dannoritzer. (directora alemana del film: Comprar y Tirar) “Parece que si no existiese ese crecimiento del desecho nos volveríamos pobres, que no tendríamos trabajo, casi como una vuelta a la Edad Media… Pero no es verdad. Ha habido otros sistemas antes y habrá otros después”. “Hay un discurso de la amenaza muy fuerte: individuos que se van a quedar fuera del sistema funcional si no tienen determinados productos. La obsolescencia ya no tiene ese sentido positivo de llamar al crecimiento y el bienestar, sino que incluye un elemento de exclusión”.

Por suerte, para el mundo hay quienes poco a poco van construyendo otras ideas “La lucha empieza ya con el diseño de los productos, con conseguir que se diseñen cosas que se puedan arreglar y reutilizar”, defiende Cosima Dannoritzer. “Por ejemplo, es muy difícil que puedas cambiar ahora tú mismo una batería de tu computador. También deberíamos tener más información. Disponer, entre otros, de una etiqueta que te diga cuánto dura un producto, o cuánta energía se ha empleado para confeccionarlo. Deberíamos tener ese derecho”.


No podríamos estar más de acuerdo con Dannoritzer, pero… te proponemos ir más allá del derecho “que algo o alguien nos otorga”, te proponemos construir un sentido de consumo desde nuestra propia consciencia e inteligencia, ¿no te suena esto más real?, ¿más posible? Y no desde mañana cuando ese derecho se haga realidad sino ¡hoy mismo!

Como ejercicio: cada vez que compres algo pregúntate y pregunta, ¡descubre los costes ocultos! Nada que venga del sufrimiento humano, ambiental o de otros seres será bueno para tu vida, es un karma negativo muy pesado para que valga los dólares que te vas a “ahorrar”.

 

LUNAS UNA REIVINDICACIÓN HACIA UN CONSUMO SOSTENIBLE

Lunas Ecológicas es un trabajo humano, no somos la industria, no estafamos a nadie, no trabajamos en maquila, la materia prima es de calidad . Es una inversión a largo plazo por que las toallas duran de 2 a 3 años si no es más.. En ese tiempo no van a gastar en toallas, ni médicos, ni medicamentos que tengan relación a infecciones, irritaciones y usar lunas pueden ayudar a curar infecciones ejemplo de vías urinarias, candidiasis, vaginitis etc.. y como también ayuda al amor propio y empoderamiento la parte emocional y sicologica ayudara a mejorar la salud de nuestra matriz.

Es importante mencionar tambiñen que el costo de toallas desechables es un gasto que va a manos de gente que poco o nada le interesa la salud de las mujeres, con comerciales poco inteligentes que hacen a las mujeres avergonzarse y seguir manteniendo el tabú y la idea de qué hay que ser “discretas” y ademas se llaman “higiénicas”, ¡higiene hace referencia a que algo esta sucio! (Por eso no nos llamamos toallas higiénicas) que el dinero que invierten en toallas dura 3 horas y va literal a la basura, mientras que con Lunas el dinero invierten en pequeños emprendimientos con gran corazón y que duran full y después se convierten en parte de la tierra.

Las toallas desechables son hiper caras para ti y para la naturaleza que tiene que comerse esa cantidad de plástico y también para las presentes y futuras generaciones.

Entonces Lunas ¿son caras? Hay que cambiar el paradigma de “caro” “barato” tenemos que hacer inversiones inteligentes. Y… otra cosita, es que nosotras siempre estamos atendiendo one to one, siempre dando ese espacio para compartir y salir de dudas en sororidad. Por eso Lunas son muy recomendadas por el boca a boca y somos muchas las usuarias que nos beneficiamos de la conciencia que nos da el uso de una herramienta concreta para honrar nuestra menstruación y nuestro ser mujer.

¡Bienvenida al cambio¡


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